Historia de Powerball

El juego de Powerball, junto a su lotería hermana, es uno de los más conocidos y jugados, tanto en Estados Unidos como en el mundo entero. Son altamente reconocidos por los grandes botes que pueden llegar a alcanzar, siendo habitualmente de nueve cifras, y en ocasiones de hasta billones de dólares.

El juego de Powerball se lanzó el año 1992, y fue el primero en utilizar dos bombos, sugerido por Steve Caputo de la Lotería de Oregón, lo que ofrece una mayor manipulación en crear botes más grandes, más niveles de premios y probabilidades menores.

Durante el año 2008, los sorteos de Powerball se realizaban normalmente en los estudios Screenscape en Iowa. Mike Piece fue el que retransmitiría los sorteos desde sus inicios en 1988. En el año 1996, en motivo de los Juegos Olímpicos de Atlanta, Powerball realizó cinco sorteos.

En el año 1997, la opción de anualidad fue cambiada de 20 a 25 pagos anuales, y la opción de premio en efectivo también fue añadida. La opción de anualidad se comprende en 30 pagos graduales, con un incremente del 5% por año.

En el año 1998, el gobierno de Florida le dio permiso para participar en un juego multi-estatal. Fue establecido para ofrecer Powerball, pero a principios de 1999, el nuevo Gobernador Jeb Bush evitó que Florida se uniera a Powerball, al creer que este perjudicaría a las existente Loterías de Florida. En el año 2008, el Gobernador Charlie Crist, finalmente permitió que Florida se uniera al MUSL el 4 de enero de 2009.

¡Juega al Powerball de USA hoy y gana en grande!
Próximo Bote
88.000.000 $
Comprar
Boletos

En el año 2012, el formato del juego de Powerball cambió. El precio de una partida básica se dobló a 2$, el número Power Play subió a 3$, y el bote mínimo garantizado aumento hasta los 40 millones de dólares. La categoría de cinco aciertos se premiaba con 1 millón de dólares, y las el número Powerball disminuyeron de 39 a 35. Además, los sorteos, que se realizaban en los Universal Studios de Orlando, a los estudios de la Lotería de Florida en Tallahassee.

Estos cambios se realizaron con el objetivo de conseguir premios de nueve cifras con más frecuencia. Un portavoz de la lotería Powerball creyó que un bote de 500 millones de dólares era factible, y se convirtió en una realidad. El primer bote de 1 billón de dólares tuvo lugar en el año 2012, tan solo tres meses después de los cambios realizados en Powerball.

California se unió como estado participante el 8 de abril de 2013. California nunca ha ofrecido la opción de Power Play, ya que los premios de cada categoría, por ley, siguen el sistema pari-mutuel, por lo que la cantidad del premio dependerá de cuántos boletos se hayan vendido. En octubre de 2014, Costa Rica se unirse al juego de Powerball, siendo la única jurisdicción mayoritariamente hispanohablante.

El 4 de octubre de 2015, el formato del juego cambió otra vez. El rango de números principales se incrementó de 59 a 69, y el número Powerball se redujo de 35 a 26. Mientras este cambio mejoraba la probabilidad de ganar cualquier premio a 1 entre 24, al mismo tiempo reducía las probabilidades de ganar el bote a 1 entre 292.201.338. La categoría de premios 4 + 1 pasó a ser de 50.000 $, y el multiplicador x10 de Power Play pasó a estar disponible en botes menores a 150 millones. Tres meses después, estos cambios produjeron un bote de 1,5 billones de dólares, doblando récords anteriores, después de 20 acumulaciones consecutivas.

Misisipi se convirtió en el último estado en unirse a Powerball en enero de 2020. Los billetes salieron a la venta el 30 de enero después del lanzamiento de la Lotería de Misisipi en noviembre de 2019. El número de estados y jurisdicciones participantes aumentó a 48 al unirse Misisipi.

En 2021, se introdujo un nuevo sorteo del lunes, lo que significaba que habría tres sorteos a la semana. Double Play también se lanzó en 13 estados.

En 2022, se vio el mayor bote de Powerball en la historia. Edwin Castro de California ganó la totalidad de 2040 millones de dólares. Esto se debió a un retraso de alrededor de 10 horas debido a un problema técnico con uno de los estados participantes.